Resumen Latinoamericano, 14 de noviembre de 2021.
La ministra venezolana de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, denunció hoy en Francia el devastador impacto en la salud y el bienestar humano del bloqueo estadounidense contra su país, una política que calificó de terrorista.
En un encuentro con periodistas en la embajada de la nación sudamericana, acusó a Washington y su cruzada de revertir logros alcanzados por la Revolución Bolivariana, como el acceso universal y gratuito a medicamentos costosos para tratar enfermedades raras, la vacunación y la alimentación.
Las medidas coercitivas unilaterales, mal llamadas sanciones, contra Venezuela y otra treintena de países agreden los derechos humanos, la identidad y la cultura de los pueblos, que tienen la prerrogativa de definir su propio esquema político y social, advirtió la funcionaria, quien participa en la 41 Conferencia General de la Unesco.
De acuerdo con Jiménez, abundan los ejemplos sobre los daños causados por la hostilidad de Estados Unidos, entre ellos la pérdida de un 98 por ciento del inventario de medicamentos, desatando el déficit de insulina y de fármacos indispensables para atenuar padecimientos crónicos.
La ministra repudió el alcance extraterritorial del bloqueo aplicado por Washington, el cual se ha mantenido en plena pandemia de la Covid-19, componente que ilustró con la imposibilidad de Venezuela de pagar a la Organización Panamericana de la Salud vacunas para su población.
Como resultado de este obstáculo, comenzamos a registrar en el país casos de sarampión y difteria, al perderse la cobertura del 100 por ciento que teníamos, subrayó.
Otro programa golpeado por las medidas coercitivas unilaterales es el de la Farmacia de Alto Costo, que permitía a pacientes de cáncer, Alzheimer y varias enfermedades más, obtener el tratamiento requerido de manera gratuita, al margen de si se atendían en el sector público o el privado, comentó.
Igualmente –lamentó- quedaron limitadas la iniciativa para el seguimiento y la atención a las mujeres embarazadas y para el acceso a marcapasos, en este último caso con el incremento de las muertes por problemas cardíacos.
Jiménez explicó acompañada de gráficos que estas afectaciones fueron presentadas a la Unesco, y lanzó la pregunta «¿Si esto no es guerra y terrorismo, entonces cómo llamarlo?».
Por eso estamos aquí, para contar la verdad de Venezuela y denunciar el impacto de las medidas coercitivas unilaterales, las cuales no solo golpean la economía del país y la vida de las personas, también afectan la identidad humana, porque incluyen la promoción del racismo y la xenofobia, manifestó.
La ministra de Ciencia y Tecnología afirmó que pese a estas agresiones, la nación sudamericana sigue adelante y asume el reto de trabajar para reducir la dependencia de las importaciones.
Ante una pregunta de Prensa Latina acerca de las afectaciones del bloqueo en el ámbito de la ciencia, señaló casos concretos, como el relacionado con los microscópicos electrónicos, herramienta clave para las investigaciones científicas en el campo de la microbiología.
De 14 laboratorios de microscopía electrónica solo están activos dos por la imposibilidad de adquirir componentes, y aún peor, ya compramos equipos que están en Venezuela, pero no podemos encenderlos porque las empresas se niegan a entregarnos los códigos por temor a las sanciones, detalló.
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