domingo, 18 de julio de 2021

 

Colombia: entre la ansiedad de Biden y la perturbación de Uribe


Escribe Sergio Rodríguez Gelfenstein


El Departamento de Estado de Estados Unidos está observando con suma intranquilidad que en América Latina se han comenzado a producir movimientos que salen de su control y que podrían afectar su sistema de dominación regional.

En algunos de los principales bastiones en los que predomina la anti democracia y el neoliberalismo, una suma de acciones motiva tal desasosiego. En Chile, la Convención Constitucional ha elegido a una mujer mapuche como su presidenta y a un abogado constitucionalista de claro talante progresista como vicepresidente, señalando con ello el curso de los posibles debates que podrían concluir en una Constitución democrática después de 48 años de dictadura y pos dictadura. De la misma manera, de cara a las elecciones presidenciales de fin de año, el candidato comunista Daniel Jadue puntea todas las encuestas, enviando una clara estela de “peligro” para Washington.

En otros escenarios, la victoria electoral de Pedro Castillo en Perú, y la eventual elección de Lula en los venideros comicios del próximo año en Brasil, señalan un curso no deseado por Estados Unidos para la región, que a finales del próximo año podría tener una correlación de fuerzas totalmente distinta a la actual.

Pero donde pareciera concentrarse el nerviosismo del gobierno de Estados Unidos es en Colombia. Este país, además de las condiciones anteriormente mencionadas en cuanto a su sistema político y económico, suma el de ser el único de le región que ostenta una membrecía en la OTAN y en esa medida – al igual que Israel en Asia Occidental- juega el papel de portaviones para la presencia y la intervención militar de Washington. Estos dos países concentran el súmmum del interés de la potencia del norte por el evidente lugar que Estados Unidos le ha señalado a uno y otro en el sostenimiento de su entramado estratégico global.

En este sentido, la paciencia de Estados Unidos con Colombia pareciera estar mermando y con ello ha ido creciendo su preocupación. Una serie de hechos recientemente acaecidos son expresión de ello. En mayo, sólo días después de asumir como canciller, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez se vio obligada a viajar a Washington a rendir cuentas sobre la deplorable situación de derechos humanos en el país. Tras visitar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ella misma dio a conocer que le había informado al secretario de Estado Anthony Blinken de los resultados de la reunión. A estas alturas, ya ni siquiera se esfuerzan por ocultar su subordinación a Washington.

No es que a Estados Unidos le preocupen las múltiples matanzas ocurridas cotidianamente en Colombia ni los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, pero necesitan guardar las formas. Así se lo hizo saber el presidente Joe Biden en la llamada telefónica que le hiciera el pasado 28 de junio al presidente Duque. La Casa de Nariño ocultó esta parte de la conversación en el comunicado oficial en el que “informó“ sobre la misma, pero no lo hizo así la Casa Blanca quien puso en evidencia a Duque –en un hecho no casual- encaminado de forma obvia a generar presión sobre Bogotá. Aunque no es de su agrado, Biden se ve obligado a actuar de esa manera, presionado por el lobby progresista del partido demócrata vinculado a Bernie Sanders sin el cual no podría haber obtenido la victoria electoral.

Previamente, una serie de hechos generados en Bogotá han desconcertado a Washington que no puede descifrar los designios del uribismo en el poder. El Departamento de Estado ha considerado inconcebible que Duque haya designado a Juan Carlos Pinzón Bueno como nuevo embajador de Colombia en Estados Unidos. Pinzón es sobrino de Jorge Eliecer Bueno Sierra, narcotraficante colombiano sobre el que pesa en ese país una condena de cadena perpetua por narcotráfico, confirmada en segunda y última instancia. Tal nombramiento ha dejado “contra la pared” a la oficina de Blinken que se ha visto en la disyuntiva de hacerse de la “vista gorda” ante el desatino de su aliado, o rechazar el nombramiento, evidenciando la torpeza de Duque.

Washington, también ha tomado nota de que el gobierno de Duque es rechazado por casi el 80% de los colombianos, al mismo tiempo que alrededor del 75% de los ciudadanos apoyan el paro nacional que ya alcanza más de dos meses de duración.

En este contexto, y aunque la principal preocupación de la administración Biden respecto de América Latina es frenar la imparable migración indocumentada hacia su territorio, la situación en Colombia pareciera quitarle el sueño al gobierno.

Un inusitado “puente aéreo” entre Washington y Bogotá inaugurado el 22 de junio por el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur y continuado por el director de la CIA el 30 de junio da cuenta de la turbación imperial por la situación de su aliado, pero han entendido con brillantez maligna que tales acciones podrían ser usadas para su agresión permanente contra Venezuela.

Dos hechos de dudosa autoría que no han sido esclarecidos, que han motivado también inexactas explicaciones y que casualmente fueron realizados en la cercanía de la frontera con Venezuela, parecieran señalar el uso que Estados Unidos quiere darle a la inestabilidad en Colombia y la incapacidad de su gobierno, a fin de generar condiciones para eventuales operaciones armadas de cualquier tipo contra Venezuela. Tanto la explosión de un carro bomba dentro de una base militar ubicada en Cúcuta que dejó 36 heridos el 15 de junio como el atentado contra el helicóptero en el que viajaba el primer mandatario junto a dos de sus ministros el 26 de junio en la misma ciudad, están rodeados del más absoluto misterio aumentando las dudas sobre los autores y las intenciones que pudieran perseguirse con tales hechos.

Estados Unidos avala la desesperación terrorista del uribismo, pero cree que le debe poner algunos límites para evitar que las cosas se salgan de control. En su mira, están las elecciones presidenciales del próximo año. De inmediato, tras el primer atentado, decidió tomar cartas en el asunto, el viaje de Faller estuvo orientado a conocer en el terreno el alcance que pudiera tener la incapacidad del gobierno para controlar la situación y los riesgos que ello entraña. Como si las autoridades colombianas no pudieran resolver el asunto, Faller informó que sería el FBI la institución que investigaría el atentado a fin de “esclarecer los hechos y hallar los responsables y así garantizar que estos sean llevados ante la justicia…”. Tal decisión se sustentaría en el hecho de que en el cuartel atacado había soldados estadounidenses que forman parte de la fuerza de ocupación que opera en ese país.

Tan solo unos días después, el 30 de junio, el embajador colombiano en Washington, Francisco Santos, con su habitual falta de tino y en un afán protagónico que busca desesperadamente su salvación política tras su próxima salida del cargo, anunció que el director de la CIA William Burns viajaría a su país en una misión “delicada” y evidentemente secreta. Para nadie puede pasar desapercibido que en un poco más de una semana, el principal jefe militar estadounidense en el hemisferio, el director de la más importante agencia de inteligencia exterior y el propio presidente Biden con su llamada telefónica a Duque se hayan interesado en Colombia. Esto encadena una situación insólita para cualquier país del mundo, salvo que en él, estén ocurriendo hechos de impredecibles consecuencias.

Al día siguiente de la visita de Burns, el panorama se siguió oscureciendo con la llegada el 1° de julio a Colombia, específicamente al Comando Aéreo de Combate No. 5, ubicado en Rionegro, Antioquia de seis aviones F-16 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Sin embargo, lo que ambos gobiernos están ocultando es que la preocupación de Estados Unidos en realidad viene dada por el incremento en la producción y exportación de cocaína de Colombia. En marzo, la Casa Blanca certificó a Colombia, por sus resultados en la lucha contra las drogas en 2020. En el documento, Estados Unidos recuerda que el gobierno de Iván Duque se comprometió a reducir los cultivos en un 50% antes de finales del 2023. Es decir, lograr que las hectáreas sembradas no pasaran de 100.000 y que la producción de cocaína esté por debajo de las 450 toneladas métricas.

No obstante, y de forma paradójica solo tres meses más tarde, el 25 de junio, tres días después de la visita de Faller y 5 antes de la de Burns, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) emitió su informe anual sobre el cultivo de coca y la producción potencial de cocaína en la región andina. El reporte determinó un aumento histórico en Colombia cercano al 15% en el último año. En este sentido se destaca que Colombia batió récords en cultivos ilícitos y producción potencial para cocaína, llegando a los niveles más altos de la última década. Tuvieron un aumento cercano al 15% en 2020, con relación al año anterior.

El informe señala que durante el último año, el país alcanzó una cifra máxima de 245.000 hectáreas de plantación de hoja de coca, después de haber registrado 212.000 hectáreas en 2019. Asimismo, pasó de 936 a 1.010 toneladas de producción potencial de cocaína, muy lejos de las cifras a las que se había comprometido Duque.

En este marco, la “delicada” misión de Burns estuvo encaminada a discutir este asunto con el gobierno colombiano y muy probablemente entregar listas con nombre y apellido de generales, parlamentarios, ministros y magistrados involucrados en el negocio del narcotráfico, lo cual ha desbordado la gobernabilidad del país, poniendo en jaque su sistema político, ante la evidente perturbación de Washington.

Tanto Colombia como Estados Unidos necesitan sostener el tráfico de drogas. A Colombia le significa empleo para cientos de miles de campesinos, que en caso contrario irían a engrosar las amplias cifras de marginación y pobreza del país, aumentando su situación de inestabilidad y crisis, así, le sirve para inyectar recursos a su economía por vía lícita (Plan Colombia) e ilícita por vía del comercio paralelo que genera este negocio.

En el caso de Estados Unidos, la DEA actúa como el ente regulador que controla la cantidad de droga que puede circular en el mercado. Si esa cuantía se reduce, aumenta la violencia interna por los desajustes que produce la disminución de lo oferta, los precios se elevan generando gran malestar, ansiedad y violencia entre los millones de consumidores del país del norte. Por el contario, si la oferta aumenta, se inunda el mercado, aumentando la cantidad de consumidores y con ello el delito y los gastos en salud para la atribulada economía de Estados Unidos.

En 1979, la DEA desarrolló la Operación Greenback con el objetivo de investigar y controlar las vías por las que fluyen las grandes cantidades de dinero que produce este ilegal negocio, sin embargo, tal operación fue suspendida y olvidada sin explicaciones cuando se comenzaron a auditar las cuentas de las más importantes instituciones financieras y bursátiles estadounidenses. Vale decir que esta operación fue dirigida por el entonces vicepresidente y zar antidrogas George Bush, que después llegaría a ser presidente. Desde entonces y hasta ahora se carece de información fidedigna acerca de los miles de millones de dólares que circulan por el sistema financiero de Estados Unidos y que “ayudan” a soportar el “american way of life” sin que los sucesivos gobiernos hayan hecho nada por evitarlo, sencillamente porque el país entraría en caos.

Así, Estados Unidos actúa por necesidad de sostener la estabilidad interna por una parte y sus intereses hegemónicos en la región por otra, y usa al gobierno colombiano, aprovechando el expediente criminal que conserva de algunos de sus presidentes más recientes. He ahí la verdadera inquietud de Estados Unidos. Para evitar contratiempos hará cualquier cosa desde preparar un recambio favorable que recupere la gobernabilidad del país en las elecciones del próximo año, hacerse de la “vista gorda” ante la violación de los derechos humanos, los asesinatos continuos y las matanzas cotidianas en el país, hasta utilizar el territorio colombiano para acciones armadas, intentos de asesinato y operaciones encubiertas contra Venezuela.

FUENTE: OTHER NEWS

miércoles, 14 de julio de 2021

 

LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA APOYA LA OPERACIÓN GRAN CACIQUE INDIO GUAICAIPURO

-Manifiesta su alarma ante las noticias divulgadas por la ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y vicepresidenta sectorial de Seguridad Ciudadana y Paz almiranta en Jefa Carmen Meléndez Rivas,  por el Mayor General del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana  Elio Estrada y por la Vicepresidenta  Ejecutiva Delcy Rodríguez, sobre  un nuevo plan opositor para destruir el Estado Nación venezolano,  operativo que revela conexiones entre la invasión paramilitar colombiana por la frontera del Estado Apure; con diversas acciones terroristas de grupos de delincuentes en la capital, con un nuevo intento de magnicidio y otras agresiones contra el pueblo y las autoridades de nuestro país.

-Apoya en consecuencia la “Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro” lanzada el 11 de abril de los corrientes para contrarrestar dichas agresiones y para reducir Bandas Criminales paramilitares que han intentado instaurar un reino del terror en importantes sectores y vías de la capital y otros sitios del país.

-Reitera la necesidad de un amplio y  profundo estudio sociológico para verificar la amplitud de la ahora evidente penetración paramilitar en Venezuela; de sus mecanismos de operación, actividades económicas, fuentes de financiamiento y vinculaciones con el crimen internacional y gobiernos hostiles, así como la obligación del Poder Legislativo de sancionar cuerpos normativos indispensables para investigar y contrarrestar tales actividades.

-Verifica una vez más que Venezuela enfrenta una agresión armada en regla tanto de los gobiernos de países hostiles, como de fuerzas paramilitares financiadas, entrenadas y financiadas por éstos, y de grupos opositores cómplices de dichos agentes externos, y por tanto apoya las medidas que sean indispensables para la defensa de nuestra paz y nuestra soberanía.

 

LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA ANTE LAS RECIENTES PROTESTAS EN CUBA

-Expresa su solidaridad con el pueblo y el gobierno cubanos ante el inhumano recrudecimiento de las medidas de bloqueo dispuestas por el Presidente de Estados Unidos Joe Biden.

-Apoya las medidas del Presidente Díaz Canel en el sentido de permitir al pueblo cubano expresar públicamente su apoyo al gobierno y su rechazo al recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales estadounidenses, con iguales garantías y en las mismas condiciones que aquellas con las cuales grupos de opositores expresaron de manera pública su rechazo a las autoridades cubanas.

-Destaca la manera en la cual tanto las manifestaciones de los opositores  como las de los socialistas cubanos se desenvolvieron, según las noticias disponibles, sin confrontaciones violentas, mientras que todos recordamos cómo en fechas recientes los partidarios de un candidato perdedor estadounidense tomaron por asalto armas en mano  el Congreso de ese país, con  lamentable saldo de pérdida de vidas, heridos, detenidos y sometidos a juicio

-Deplora que las movilizaciones hayan arrojado a última hora el saldo de un opositor fallecido, y espera que la investigación aclare las circunstancias y responsabilidades del hecho

-Señala la importancia de las declaraciones del canciller cubano  Rodríguez Parrilla en el sentido de que las manifestaciones fueron convocadas por intensas campañas de  redes sociales estadounidenses, multiplicadas mediante robots, bajo la consigna #SOS.CUBA lanzada desde Nueva York por la firma Proactivo Miami Incorporation, que recibió del gobierno de Florida el 15 de junio certificación para recibir fondos a tal efecto, por lo cual “es inocultable el vínculo entre los fondos y las operaciones del gobierno de Estados Unidos y de estos operadores”.

-Recalca que en el estado de Florida, con el doble de habitantes que en Cuba, la pandemia ha causado  37.895 defunciones, mientras que la bloqueada y asediada Cuba ha controlado el morbo  por más de un año sin llegar al colapso de los sistemas de salud y  con 11.333.483  habitantes ha presentado 218. 396 casos y sólo 1.431 muertes (0.65% de los casos confirmados).

-Indica que las dificultades de abastecimiento y de equipos para el tratamiento de la pandemia de Covid-19 derivan en gran parte del criminal bloqueo de más de medio siglo instaurado contra la Isla por Estados Unidos, por lo cual en buena lógica debería entenderse que quienes protestan por tales posibles deficiencias reprueban asimismo su causa, la  genocida política imperial.

 

 

LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, ANTE EL MAGNICIDIO DEL PRESIDENTE HAITIANO JOVENEL MOISE

-Manifiesta su solidaridad con el pueblo haitiano ante el atentado que dejó sin vida a su Presidente Jovenel Moise y gravemente herida a su esposa.

-Resalta como hecho preocupante que entre los detenidos como presuntos autores o cómplices del magnicidio, figuren 17 mercenarios  colombianos, dos estadounidenses y un reconocido informante de la Drug Enforcement  Administration,  lo cual evidenciaría una vez más, en el caso de que los indicios fueran confirmados, la cada vez mayor y reiterada injerencia del paramilitarismo estadounidense y colombiano en operaciones delictivas fuera de sus propios países, con el posible conocimiento o participación de sus respectivos gobiernos.

-Denuncia como hecho revelador de la injerencia foránea el que la ex embajadora de Estados Unidos en Haití, Pamela White, haya revelado antes del magnicidio que existía un plan para “apartar” al Presidente Moise del poder, y sustituirlo por un Presidente interino.

-Recuerda que la gloriosa gesta del pueblo haitiano, primer país de América Latina en proclamar y obtener su libertad del yugo colonial, ha sido históricamente golpeada por la exigencia de una injusta indemnización por parte de los dueños de los esclavos liberados y por continuas intervenciones y ocupaciones estadounidenses que se han traducido en la instauración de oprobiosas dictaduras y en el derrocamiento de mandatarios haitianos democráticamente electos.

-Hace votos porque el pueblo de Haití logre consolidar la democracia y repeler los intentos de injerencia foránea que lamentablemente se han convertido en una constante de su Historia.

ADVERTENCIA: LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, PIDE DISCULPAS PORQUE ALGUNAS DE SUS COMUNICACIONES NO SE HAN PODIDO ENVIAR CON LA CELERIDAD DESEADA. EN EFECTO, LA COORDINACIÓN DEL CAPÍTULO HA SUFRIDO FALLAS DE INTERNET QUE A VECES SE HAN PROLONGADO POR MÁS DE UNA SEMANA, ATRIBUIBLES EN GRAN PARTE AL BLOQUEO QUE PADECE VENEUELA. HACEMOS LO POSIBLE POR MANTENER AL DÍA NUESTRAS ACTIVIDADES CON LOS RECURSOS DISPONIBLES. PATRIA Y SALUD.

Consulte el blog de la REDH VENEZUELA:  https://redhvenezuela.blogspot.com/

 

domingo, 4 de julio de 2021


LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, ANTE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN PERÚ

-Reitera su preocupación, ya manifestada en oportunidad anterior, ante la lentitud del proceso de conteo de votos de las autoridades electorales en Perú y la demora en la proclamación oficial del candidato ganador.

-Señala lo inexplicable de la prolongación del período de incertidumbre, ya que el propio organismo electoral, tras contabilizar el 100% de las actas,   ha declarado que Pedro Castillo se  impuso con el 50,12% de los sufragios, sobre el 49,87% obtenido por Keiko Fujimori.

-Advierte sobre lo peligroso que resulta el que, a pesar de estos resultados oficiales, se demore la proclamación oficial del candidato electo pretextando que se esperan los resultados de diversas impugnaciones interpuestas por la candidata Keiko Fujimori, ya que si el reconocimiento de la victoria de los candidatos presidenciales debiera esperar a que se resolvieran todas las objeciones e impugnaciones interpuestas sobre el caso, se abrirían prolongados e indeterminados lapsos de incertidumbre en perjuicio de la voluntad de los electores.

-Reprueba el recurso de la candidata derrotada de enviar una misión de cuatro integrantes, entre ellos dos de sus parlamentarios electos, a la Organización de  Estados Americanos, en un claro intento de solicitar  a dicho ente la puesta  en marcha de mecanismos injerencistas de duda y deslegitimación sobre los resultados electorales similares a los que sirvieron de pretexto para el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia.

-Celebra que tras la prolongada e innecesaria espera, el organismo electoral haya por lo menos confirmado los resultados favorables a Pedro Castillo.

-Ratifica sus esperanzas de que el nuevo gobierno se retire del llamado Grupo de Lima  y de que ello a su vez se traduzca en la desintegración del mencionado cenáculo, ya profundamente desacreditado por las actuaciones en sus propios países de los mandatarios que lo integran. 




 LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, ANTE LA INHUMANA REPRESIÓN CONTRA EL PARO NACIONAL EN COLOMBIA

-Saluda el vigoroso Paro Nacional que sostiene el  pueblo colombiano desde el pasado 28 de abril ante la aplicación de un paquete de medidas neoliberales por parte del gobierno oligárquico del Presidente Iván Duque

-Reprueba una vez más la inhumana represión de los cuerpos del orden público y los paramilitares colombianos contra manifestantes civiles que no están armados, y entre los cuales cada día aumenta el saldo de asesinados, heridos, víctimas de atropellos, ilegalmente detenidos, desaparecidos y víctimas de la violencia de género

-Destaca que el tenor de las medidas represivas es tal, que ha merecido comentarios de reprobación por parte del Presidente Joe Biden, a pesar de que el Presidente Duque es su incondicional aliado; mantiene ocupada militarmente Colombia con siete bases militares estadounidenses cuyos efectivos se pretenden inmunes a las leyes y tribunales locales, admite la presencia y la cotidiana injerencia de la Drug Enforcement Administration y  dirige una política exterior que convierte a su país en apéndice de Estados Unidos

-Alerta contra los comentarios del Presidente Duque acerca de un supuesto atentado en su contra en el cual estarían involucrados agentes del Presidente Nicolás Maduro, y sobre el particular recuerda que, mientras que Venezuela mantiene una política de no injerencia en los asuntos colombianos, por el contrario en diversas ocasiones, como la invasión paramilitar de 2004, el atentado magnicida con drones de 2019 y el intento de desembarco mercenario de 2020, fuerzas entrenadas, pertrechadas y dirigidas desde Colombia han protagonizado fallidos intentos de eliminar a las dirigencias venezolanas

--Denuncia como acto injerencista y clara provocación tanto la presencia en Colombia del jefe militar del Comando Sur, almirante Craig Faller y su visita a la estratégica zona fronteriza con Venezuela, como la presencia del más alto funcionario de la CIA William Burns para participar en una “misión delicada” de inteligencia; porque ambas actuaciones afectan y menoscaban la soberanía de la hermana República y pudieran estar vinculadas con planes de desviar la atención del Paro Nacional con una nueva agresión contra Venezuela.

(FOTO-LUIS BRITTO).