jueves, 10 de diciembre de 2020

DECLARACIÓN DE LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, SOBRE LAS RECIENTES ELECCIONES PARLAMENTARIAS

DECLARACIÓN DE LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, SOBRE LAS RECIENTES ELECCIONES PARLAMENTARIAS

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, Capítulo Venezuela, ante las  elecciones para diputados a la Asamblea Nacional Legislativa efectuadas el 6 de diciembre de 2020:

-CELEBRA la conducta del pueblo venezolano, que acudió masiva y pacíficamente a los centros electorales para depositar su voto en elecciones a las cuales concurrieron libremente tanto partidos de gobierno y sus aliados, como opositores, para elegir sus legisladores.

-FELICITA al Consejo Nacional Electoral por su desempeño en registrar de manera pronta,  eficaz y directa la voluntad popular mediante inobjetables sistemas automatizados, sometidos a constante auditoría, en presencia de más de un millar y medio de acompañantes tanto nacionales como extranjeros, y por haber informado de los resultados con tendencia irreversible en las primeras horas del día siguiente a la votación.

-RECHAZA el comunicado injerencista de la Dirección Permanente de la Organización de Estados Americanos, que desde Washington desconoce la soberana manifestación de voluntad del pueblo venezolano sin aportar ninguna prueba ni argumento válido sobre el particular, y en abierta violación del artículo 1 de la Carta de dicha Organización, cuyo parágrafo segundo  pauta que “La Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros”.

-RECUERDA que una anterior declaración infundada e injerencista de la OEA sirvió de pretexto para un sanguinario Golpe de Estado en Bolivia, que desconoció las elecciones presidenciales de 2019, rompió el hilo constitucional, instauró la dictadura de la autoproclamada Jeannine Añez, desató una atroz represión contra el pueblo boliviano con pérdida de vidas y de bienes, y finalmente fue refutada por las nuevas elecciones realizadas en 2020, que ratificaron y confirmaron ampliamente los resultados de los comicios del año anterior.

-RECHAZA asimismo las declaraciones del alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, en las cuales desconoce la voluntad soberana del pueblo venezolano manifestada en las elecciones parlamentarias, en abierta violación de lo pautado en el parágrafo 7 del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual pauta: “7. Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII”. Debiéndose añadir que la Unión Europea carece de competencias o facultades para intervenir en países que no forman parte de esa organización.

-RECHAZA también las declaraciones del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo en el sentido de que las elecciones parlamentarias en Venezuela habrían sido “fraudulentas” y “manipuladas”, por ser pronunciamientos injerencistas, intervencionistas, carentes de pruebas o argumentos, y porque carece de estatura ética, moral, técnica o jurídica para calificar comicios en otras naciones un país donde las elecciones presidenciales son en segundo grado, donde resulta electo el candidato que reúne menos votos, y donde  todavía no se conoce de manera certera el resultado de la consulta realizada el 3 de noviembre, sobre la cual  el propio Presidente declara que ha habido fraude en jurisdicciones donde el número de sufragios supera al de votantes inscritos.  

-REITERA que la República Bolivariana de Venezuela es un país soberano, autónomo e independiente que decide las cuestiones relativas a su jurisdicción interna de acuerdo con su Constitución y sus leyes, sin consultar ni someterse a poderes, Estados o entes foráneos.    que no interfiere ni interviene en los asuntos de otros países,  y que en este sentido espera de ellos reciprocidad, paz, amistad y respeto.

 

 

 

DESDE LA REDH CELEBRAMOS, UNA VEZ MÁS, LA DEMOCRACIA Y LA PAZ EN VENEZUELA

Desde la Red en Defensa de la Humanidad celebramos una nueva demostración de democracia por parte del pueblo venezolano que, este domingo 6 de diciembre acudió de manera cívica y pacífica a los centros de votación para elegir a las diputadas y diputados de la Asamblea Nacional para el período 2021-2025.

Apegados a su Constitución, a pesar de las criminales agresiones a la que ha estado sometido por parte del imperialismo estadounidense, a pesar de una guerra económica y un bloqueo criminales, a pesar de las dificultades derivadas de la pandemia, a pesar de las presiones inconstitucionales ejercidas por gobiernos injerencistas llamando a la suspensión del proceso electoral, y a pesar de la convocatoria antidemocrática de abstención por parte de los factores políticos de la ultraderecha, el pueblo de Bolívar salió a votar y ejerció su derecho al sufragio cumpliendo con el mandato constitucional de renovar cada cinco años el Parlamento, lo cual de acuerdo con su Carta Magna debe concretarse antes del 5 de enero, fecha en la que deben instalarse los diputados electos.

Los miembros de la Red en Defensa de la Humanidad aplaudimos la pluralidad política que caracterizó el proceso electoral en Venezuela con la participación de 14.400 candidatos para optar a 277 curules del Parlamento de los cuales 13.000 pertenecen a los partidos políticos que hacen oposición al gobierno nacional y a la revolución bolivariana. Desde la Red felicitamos a todos los candidatos que fueron electos.

Resaltamos la transparencia que caracterizó los comicios de este 6 de diciembre, los cuales contaron con un sistema electoral automatizado, auditado antes, durante y después de la jornada electoral por parte de todos los factores políticos que participaron en la contienda, quienes estuvieron acompañados por más de 1.500 observadores que concurrieron desde distintas latitudes. Un sistema electoral que en menos de 24 horas ofreció a los venezolanos y al mundo, resultados definitivos de la convocatoria electoral.

Ante el júbilo que embarga a Nuestra América por el ejemplo de democracia que una vez más ha dado el pueblo venezolano, debemos también rechazar la actitud injerencista de los gobiernos de Estados Unidos, de Europa y de la OEA que nuevamente, violando el derecho internacional, buscan desconocer las elecciones en Venezuela y pretenden inmiscuirse en los asuntos que solo les compete a los venezolanos por ser una Nación soberana e independiente.

Felicitaciones a los venezolanos y las venezolanas por esta elevada demostración de civismo. Los abrazamos y celebramos con ellos la verdadera democracia y la Paz.

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Luis Britto García

RETOS DE  AMÉRICA LATINA POSTNEOLIBERAL

Los primeros resultados del Consejo Nacional Electoral en las Elecciones Parlamentarias 2020 revelan que  sobre 82,35% de las actas escrutadas, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), obtuvo 3.558.320 votos, el  67,6 % del total, y la Alternativa Popular Revolucionaria (PCV)  143.917, un 2,73%.

Votó cerca del 31% del padrón electoral, pues en las elecciones parlamentarias la concurrencia históricamente es menor que en las presidenciales.  Estos resultados, no reversibles, suman por lo menos un 70,33% de sufragios para las fuerzas progresistas.

Concluye así un quinquenio de zozobra durante el cual la mayoría opositora de la Asamblea Nacional Legislativa se negó a sancionar  proyectos de Presupuesto, apoyó oleadas terroristas y agresiones de Estados Unidos y sus cómplices; suplantó la Constitución con    manuales para desestabilización de gobiernos  de Eugene Sharp y del jefe del Comando Sur  Kurt Tidd,  presentó  a su presidente interno como Presidente de la República votado por nadie y convalidó su latrocinio de los bienes de Venezuela en el exterior como agente de Estados Unidos y sus gobiernos cómplices. 

El significado de este triunfo sólo puede ser apreciado considerando la perspectiva  de América Latina y el Caribe. Victorias electorales y contundentes movimientos sociales ponen en evidencia la caducidad, no sólo económica y social, sino también política del orden neoliberal.

Los gobiernos socialistas de Cuba y Nicaragua siguen su curso, sobreviviendo a todas las agresiones. En Bolivia retorna el gobierno socialista del MAS, después de un golpe de Estado concertado entre la OEA, el ministro de la Defensa y la autoelegida dictadora Jeannine Añez.

En México y Argentina gobiernos progresistas corrigen décadas de errores. En Chile oleadas de protesta  fuerzan la convocatoria a una Constituyente que enterrará al pinochetismo.

En Perú demoledoras manifestaciones o investigaciones por corrupción deponen en rápida sucesión tres Presidentes fondomonetaristas. En Ecuador,  Brasil y Colombia masivas protestas conmocionan los regímenes neoliberales de Lenin Moreno, Bolsonaro y Duque.

Ningún gobierno neoliberal de los impuestos por golpe de Estado, golpe judicial,  engaño o  simple traición ha satisfecho las necesidades de las masas ni consolidado consensos que le permita perpetuarse. El sistema que ha tenido éxito en acumular más de la mitad de la riqueza del mundo en el 1% de la población también ha triunfado en privar de educación, medios de vida y cuidados médicos al resto de la humanidad.

Las cosas no van nada bien en los países que hasta hace poco ejercían la hegemonía.

Estados Unidos perdió hace un quinquenio su estatuto de primera potencia del mundo; demostró  palmaria incapacidad para atender una emergencia sanitaria; enfrenta la peor crisis económica y social desde 1928; alberga movimientos racistas y xenófobos;  y sus autoridades mismas están enfrentadas y divididas sobre los resultados de las elecciones del 3 de noviembre de 2020 y las políticas para atender la emergencia.

Francia está asimismo hundida en la depresión económica y la protesta social y económica de los chalecos amarillos. España presencia otro auge de las protestas sociales. India enfrenta la más grande y prolongada huelga general de la Historia, en la cual 200 millones de campesinos y granjeros protestan contra la pobreza extrema.

El sistema que ha tenido éxito en acumular más de la mitad de la riqueza del mundo en el 1% de la población también ha triunfado en privarla  de educación, medios de vida y cuidados médicos aceptables.

Las mayorías vuelven a favorecer las propuestas socialistas. Como declara Rafael Correa: “Soplan vientos de esperanza”.

Sin embargo, llama la atención en este panorama de insurrecciones sociales casi espontáneas la aparente ausencia de la conducción de organizaciones radicales que deberían dirigir las fuerzas movilizadas hacia objetivos revolucionarios y evitar su dispersión y desarticulación.

Los progresismos deben desechar la tentación de la falta de radicalidad que los incita a estancarse, descuidar las reivindicaciones de las masas que los apoyaron, contrabandear recetas neoliberales con rótulos seudo revolucionarios y resignarse a perder el poder hasta que alguna eventualidad les permita recuperarlo para repetir el ciclo.

Está planteado el reto de una  América Latina postneoliberal.

Ello implica, en lo ecológico, racionalizar el uso de  recursos naturales y preservar la biodiversidad y el equilibrio ecológico planetario. Detener la privatización de las aguas y la destrucción de los pulmones vegetales del mundo. Controlar o vetar la manipulación genética de  organismos vivientes y detener el calentamiento global y la contaminación.

En lo social, comporta eliminar toda barrera de discriminación social, étnica, cultural, de género o de cualquier otra índole.  Garantizar el acceso a todos los niveles de la educación. Traducir  la automatización en disminución de la jornada de trabajo y no en desempleo. Aplicar los excedentes económicos a la eliminación del hambre y la pobreza y no a la acumulación privada.

En lo económico: Colocar bajo control social  los principales medios de producción, y planificar la economía en función de las necesidades sociales. Reivindicar el derecho a proteger las economías nacionales. Reestructurar integralmente sistemas tributarios, con aplicación efectiva de principios de Territorialidad, Progresividad y proscripción de Paraísos Fiscales. Reestructurar los sistemas monetarios en función del efectivo respaldo de las respectivas divisas. Imponer salarios que garanticen la satisfacción de las necesidades básicas. Regular o proscribir la especulación financiera que produce dividendos ficticios. Remitir la Deuda Pública Impagable que devora gran parte de la producción.

En lo político: Reestructurar  modelos electorales para que permitan la efectiva y transparente expresión de la voluntad de las mayorías.  Constituir gobiernos que respondan a las demandas y necesidades del pueblo y no a las del gran capital. Sancionar a funcionarios y representantes que incumplan sus programas y promesas electorales.  Implantar el control previo, concomitante y posterior informatizado en tiempo real de las actividades financieras públicas y privadas.

En lo estratégico: Reducir el gasto armamentista. Instituir la progresiva cooperación de los ejércitos en tareas pacíficas de interés colectivo. Proscribir el uso de mercenarios, paramilitares y asesinatos selectivos. Disolver  alianzas militares como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y expulsar bases de potencias extrañas a la región que funcionan  como instrumentos de injerencia y ejércitos de ocupación.

En lo internacional: Revitalizar  organizaciones regionales como el Alba, la Celac y Unasur, y crear otras que no sean instrumentos de  unipolaridad imperial. Integrar alianzas de países históricamente agredidos y explotados por imperios. Proscribir bloqueos y mal llamadas sanciones. Culminar la descolonización.

En lo cultural: Garantizar el Derecho Universal a la Educación. Preservar el legado de las culturas autóctonas. Aplicar el aparato mediático de las industrias culturales a la Educación y la difusión de contenidos científicos y estéticos. Invertir recursos ahorrados en la reducción de armamentos y la proscripción de especulaciones,  en  investigación científica, educación y  creación cultural.

Hagamos de Nuestra América la Gran Patria Nuestra.

 

 

 

 

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