domingo, 9 de agosto de 2020

Declaración de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la humanidad en conmemoración del 9 de agosto, Día Internacional de los Crímenes Estadounidenses Contra la Humanidad




La Red en Defensa de la Humanidad (REDH) conmemora nuevamente la fecha
en la que los crímenes de Estados Unidos son condenados por la sociedad
global, afectada en grado sumo y diverso por las agresiones unilaterales,
hegemónicas e indiscriminadas de una clase dominante con vocación y
conducta imperialistas, la que resulta, a fin de cuentas, tóxica para la
convivencia universal.

Hoy, 9 de agosto de 2020, se cumplen 75 años del lanzamiento, por parte de
Estados Unidos, de sendas bombas atómicas sobre las poblaciones civiles
japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en momentos en que ya había finalizado la
Segunda Guerra Mundial, lo que refuerza el carácter alevoso del crimen.

En las actuales circunstancias que asolan el mundo, con una pandemia de
incierto porvenir y el genocidio cotidiano de la administración de Donald Trump y
varios de sus aliados contra sus propios pueblos, la Red en Defensa de la
Humanidad no puede dejar de denunciar el deterioro ascendente de las
condiciones civilizatorias como consecuencia de la práctica sistémica de los
gobiernos estadounidenses desde hace más de un siglo. Las guerras continuas,
eufemísticamente llamadas preventivas y –peor aún– ya privatizadas para
beneficiar a las élites armamentistas de la mayor potencia global, no han hecho
sino llevar muerte, degradación social y penurias de muy diversa naturaleza a
infinidad de pueblos pacíficos del orbe. La imposición belicista que Estados
Unidos practica como primera potencia armamentista, económica y financiera
desde hace décadas, ha crecido hasta convertirse en un peligro para la
continuidad de la vida en el planeta y para la existencia de relaciones
constructivas entre lxs seres humanos, sometidxs a múltiples desafíos.

El mundo reclama el cese de las agresiones genocidas contra naciones que
exigen paz y un tránsito histórico sin injerencias odiosas, violentas y
doctrinalmente inaceptables. Ni Cuba, ni Venezuela, ni Irán aman la guerra o la
confrontación, y aun así son sometidas a presiones diplomáticas, militaristas y
económicas sin precedentes, ajenas por completo a toda forma de derecho
internacional. La persecución que Estados Unidos perpetra contra aquel que se
oponga a su avasallamiento criminal y opresivo --incluidos lxs jueces del
Tribunal Penal Internacional con sede en La Haya– es prueba elocuente del
carácter demencial e ideológicamente extremo de esa potencia imperialista. Se
trata de un Estado bárbaro y fundamentalista, con un Gobierno y una clase
política dominantes que han decidido convertirse en enemigxs de la Humanidad
y de toda visión esperanzada de convivencia planetaria.

La REDH condena las nuevas formas delictivas de lesa humanidad con que
Estados Unidos ha inaugurado este siglo XXI: el encierro y segregación de niñas
y niños inmigrantes, los asesinatos selectivos con armas sofisticadas de última
generación, especialmente con drones o aviones no tripulados, los buques-
cárceles en aguas internacionales, y los centros de torturas diseminados
extraterritorialmente en todo el mundo, para así eludir hipócritas leyes en su
propio país. Tales conductas criminales, no son sino una nueva manifestación --
entre otras-- de la ideología antihumanista y nazificada de la clase dominante
norteamericana. Que Washington no utilice hornos crematorios o no recurra a
cámaras de gas, como lo hiciera en su tiempo la Alemania nazi para exterminar
opositores y toda persona considerada “inferior”, es una cuestión de orden
técnico, no moral. También la implicación de encumbradas corporaciones que
saquean sociedades y recursos allí donde posan su mirada, resulta parte del
repertorio de muerte y calamidades que Estados Unidos despliega por el mundo.
La Red en Defensa de la Humanidad convoca a las fuerzas progresistas del
planeta y a toda persona digna y amante sencillamente de la verdad, a no
olvidar lo sucedido hace 75 años en Hiroshima y Nagasaki, a no soslayar el
inocultable rol imperial estadounidense --como expresión del estado mayor
conjunto de los intereses del capital más concentrado-- en la arquitectura global,
pues sus viles acciones, continuas masacres y prepotencia unilateral han
terminado por socavar sensiblemente la construcción de cualquier forma de
convivencia política y humana a escala global. Las minorías de la plutocracia
estadounidense han demostrado ser fanáticas de la muerte, de la degradación
humana y medioambiental planetaria y, por si no bastara para convencer a lxs
todavía incrédulos, planificadoras del brutal sometimiento de las mayorías y de
su exclusión cotidiana, que encuentra en el auge del racismo su expresión más
perversa y obcecada. No perdamos de vista, en este día, que el mundo se
encuentra al borde de un colapso surgido del sistema capitalista-imperialista
precisamente porque Estados Unidos ha elegido, en el colmo de su esclerosis
política, esa vía autodestructiva de la Humanidad como paradójica solución a su
irreversible decadencia.

No codiciamos la muerte, defendemos la vida.

9 DE AGOSTO

DÍA INTERNACIONAL DE LOS CRÍMENES ESTADOUNIDENSES CONTRA LA

HUMANIDAD.

Por un mundo más pacífico y humanizado… ¡Enérgica condena a
Estados Unidos y a todos los estados terroristas, colonizadores, y
responsables activos de bloqueos, torturas y genocidios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario