miércoles, 24 de septiembre de 2025

LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES CONVOCA A PROTESTAR CONTRA EL BLOQUEO A VENEZUELA

 

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad llama a todos los pueblos, asociaciones, gobiernos y organizaciones internacionales del mundo a expresar su repudio contra el  bloqueo, la destrucción injustificada de embarcaciones pesqueras y la masacre de  tripulantes civiles indefensos, perpetrados en aguas extraterritoriales por una flota de guerra de Estados apostada en las inmediaciones de la Zona Económica Exclusiva del mar de Venezuela.

Dicho bloqueo, acompañado de sobrevuelos del mar territorial por aeroplanos de combate, así como de campañas de difamación y  amenazas contra la soberanía de Venezuela y sus autoridades, es un hecho  ilegítimo, infundado y repudiable por las razones siguientes:

1) Porque viola el artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual  pauta que: “Los Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”.

2) Porque viola  el parágrafo 4 del artículo 2 de dicha Carta según el cual: “4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”. Por tanto, ningún país tiene derecho a interferir en los asuntos internos de Venezuela, y menos de amenazarla  concentrando fuerzas militares en el borde de sus aguas territoriales y aniquilando  inermes embarcaciones pesqueras de sus nacionales.

3) Porque la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reunida en La Habana en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe como “Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”. Un bloqueo naval aniquilador de embarcaciones civiles y asesino de sus tripulantes constituye violación flagrante de Principios, Normas y Propósitos del Derecho Internacional.

        4) Porque según el artículo 111 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982, la persecución de naves militares contra un buque no nacional sólo procede “mientras el buque extranjero o una de sus lanchas se encuentre en las aguas interiores, en las aguas archipelágicas, en el mar territorial o en la zona contigua del Estado perseguidor”, en este caso Estados Unidos. No existe tal derecho en aguas extraterritoriales, y mucho menos el de aniquilar embarcaciones y tripulantes indefensos sin siquiera revisar su carga: tal atrocidad no es más que homicidio múltiple, perpetrado con premeditación, ventaja  y alevosía.

     5) Porque el  artículo 1 del Estatuto de Roma  tipifica como crímenes de lesa humanidad “k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”; “xiii) Destruir o apoderarse de bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo”;   “xxv) Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra”. Estas normas, aplicables a la guerra, lo son más a una situación formal de paz donde ocurre un  inhumano bloqueo destinado a hacer padecer intencionalmente hambre a la población venezolana, privarla de los objetos indispensables para su supervivencia;  causarle deliberadamente grandes sufrimientos y atentar gravemente contra la integridad física o la salud de ésta, privándola además de sus bienes y depósitos en el exterior.

6) Porque la coartada  estadounidense de que el cerco militar sobre los límites de la Zona Económica Exclusiva del mar venezolano estaría destinada a “combatir el narcotráfico” carece de sustento, pues en el Informe de la Unión Europea sobre Drogas 2024  y el de 2025 ni siquiera se menciona a Venezuela como corredor del narcotráfico internacional, ni tampoco se la menciona en absoluto  en el Informe  de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 2024. En dichos documentos además se revela que el 87% de la droga ingresa a Estados Unidos por el Océano Pacífico, desde países en la mayoría de los cuales esa potencia mantiene bases o contingentes militares, y no por el Caribe.

.    7) A su vez, la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud de Estados Unidos (NSDUH) revela que para  2023 por lo menos unos  70,3 millones de estadounidenses (24,9% del total, uno de cada cuatro ciudadanos, comenzando con niños de 12 años) consumían sustancias ilícitas, y que 48,5 millones de ellos  sufrieron trastornos por su uso. Este contraste entre un país bloqueador que figura como primer consumidor de sustancias ilícitas y un país bloqueado que ni siquiera figura en los informes sobre la materia, revela que el primero en realidad no puede o no quiere detener el tráfico ilícito, ´pues no es concebible que  niños  de 12 años sepan dónde se consigue la droga, y supuestamente lo ignoren las más poderosas agencias de espionaje y represión del planeta: la CIA, el FBI, la National Security Agency, la Drug Enforcement Agency y las múltiples policías de dicho país, empeñadas desde la presidencia de Richard Nixon en una supuesta “Guerra contra las drogas”.

8) Por tanto, el actual bloqueo naval no es más que continuidad de la política agresiva  de Estados Unidos contra Venezuela que se inicia con su participación en el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez Frías en abril de 2002, prosigue con la proclamación de Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria” contra Estados Unidos; y avanza con el sistemático pillaje de bienes públicos y privados venezolanos en el exterior,  la aplicación de más de un millar de medidas coercitivas unilaterales, la inconstitucional expedición de autos de detención contra las autoridades legítimas venezolanas y  la destrucción  y el asesinato de tripulantes de embarcaciones  pesqueras civiles desarmadas.

9) Por lo cual la calificación del bloqueo naval y la aniquilación con misiles de pequeñas embarcaciones como supuestas “operaciones antidrogas”, no es más que pretexto para  intensificar una continuada agresión de más de un cuarto de siglo contra Venezuela con el propósito  de invadirla y ejercer el pillaje sobre sus reservas de hidrocarburos, que suman la quinta parte de la energía fósil del mundo.

10) Si se tiene en cuenta que según British Petroleum, la Agencia Internacional de la Energía y la OPEP estamos pasando el “pico de los hidrocarburos”, a partir del cual éstos se agotarán en cuatro o cinco décadas, se comprende que el latrocinio armado de la energía fósil de Venezuela por Estados Unidos podría dificultar la instauración del mundo multipolar, acelerar el derroche de energías no renovables, y colocar bajo amenaza de perentoria agresión militar y saqueo a cualquier país con recursos naturales o aspiraciones de soberanía.

En Venezuela se juega el destino de la Humanidad: entre todos podemos decidirlo. 

Frente a la barbarie, un nuevo humanismo




El III Encuentro Mundial de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad se celebró en Caracas, en la Venezuela bolivariana, en diciembre de 2004. El Comandante Chávez les dio la bienvenida a los más de 400 participantes, de 52 países, y los animó a pasar a la ofensiva para enfrentar “uno de los más grandes retos que hay ahora mismo en el mundo”.

Debemos, dijo, comenzar por nosotros mismos, “llenarnos de humanidad, hacer carne, nervio, músculo, alma y cuerpo, la humanidad, lo humano”. Agregó que aspiraba a que el evento no pasara como uno más, como algo efímero, sino que de él naciera una “red o movimiento mundial para la batalla de ideas”.

«Qué bueno sería que de este grupo de intelectuales y de hermanos y hermanas del mundo quedara un comité con una red, la cual además debe ir creciendo, cada uno debe llevarse el compromiso de ir creciendo en ideas, en discusión. (…) …para salvar la humanidad, organicemos una red de pensadores y de pensamientos que vaya conformando fuerza crítica, creadora, transformadora, que vaya conformando lámparas o antorchas».

Insistió en la necesidad de promover “un nuevo humanismo”: un concepto que nos conduce directamente a Fidel. Por entonces, el líder de la Revolución Cubana había fundado escuelas de instructores de arte en todas las provincias de Cuba, como una pieza clave de lo que llamó, precisamente, “batalla de ideas”. Los graduados debían trabajar en centros educativos y comunidades y convertirse, según sus palabras, en “abanderados de la cultura y el humanismo”.

Es un lugar común repetir que el Renacimiento desplazó a Dios del centro de todo y colocó allí —supuestamente— al ser humano. Por eso hablamos del “humanismo” renacentista. Cuatro siglos después, el neoliberalismo instaló brutalmente al Dios Dinero en ese sitio central. De ahí que tanto Fidel como Chávez rescataran el término y lo emplearan, cargado de un sentido radicalmente distinto, como símbolo de rebeldía contra el dogma neoliberal y sus consecuencias.

Chávez habló también en aquel Encuentro Mundial de 2004 de la trascendencia que tendría la alianza de la vanguardia del pensamiento anticolonial y antimperialista con los sectores populares y se refirió al inminente nacimiento de “una red de fuerzas sociales y políticas (…) capaz de mover millones de hombres y mujeres a lo largo del continente y, ¿por qué no?, más allá”.

Debo decir que fui testigo, en mi reciente viaje a Caracas, de ese vínculo orgánico entre escritores, académicos, historiadores, periodistas, y lideresas y líderes barriales y comunitarios, todos patriotas, todos bolivarianos, en el evento “A 210 años de la Carta de Jamaica y a 5 años de la fundación del Instituto Simón Bolívar”.

Me impresionó en particular la intervención de una joven indígena yukpa. Su pueblo, aseguró, lleva a Chávez en el corazón y envió un mensaje de amor al Presidente Nicolás Maduro. Y añadió: “No cederemos ni un centímetro de la tierra venezolana. Los yukpas estaremos en la primera línea. ¡No pasarán!”

Fue difícil no conmoverse al escuchar a aquella muchacha, que estaba allí con su bebé de pocos meses de nacido, repitiendo, en Caracas, en 2025, la consigna que Dolores Ibárruri, La Pasionaria, lanzó en Madrid, en julio de 1936. Y es que hoy la República Bolivariana de Venezuela representa para nuestra región y para el mundo una barrera de contención frente a la embestida del imperialismo y del fascismo.

¿Cuál es la fórmula de Venezuela para frustrar los reiterados planes estadounidenses que han intentado destruir el proceso revolucionario?, le preguntó a Chávez un periodista de Al Jazeera (esto lo cuenta Chávez en el propio discurso que estoy comentando). Y su respuesta fue: “un pueblo consciente, pero además un pueblo organizado, un pueblo unido, un pueblo lleno de coraje, lleno de amor”.

A ese pueblo invencible, “consciente”, “organizado”, “unido”, lo hemos visto en las calles de Caracas, en todo el país, “lleno de coraje y amor”, informado en detalle de los peligros y amenazas, pero sin temor alguno, sereno, y también alegre, acudiendo al llamado de su Presidente, alistándose en las milicias, con orgullo, determinación y entusiasmo. Como dijo la joven yukpa, como ha dicho el propio Nicolás, “¡el fascismo en Venezuela no pasará!”

En Caracas pude conversar con compañeras y compañeros venezolanos a quienes quiero y admiro mucho, empezando por el Presidente Maduro, que me invitó a su programa de televisión, y además con Luis Britto García, Ernesto Villegas, Blanca Eekhout, Pedro Calzadilla, Tarek William Saab, Tania Díaz, Jorge Arreaza, Christiane Valles, Ximena González Broquen, Carlos Sierra, Juan Eduardo Romero, Luis Berrizbeitia, por solo mencionar a algunos.

Y en especial me resultó muy útil y muy estimulante intercambiar con mi hermano Miguel Ángel Pérez Pirela, en su cargo de Coordinador General de la Red En Defensa de la Humanidad, sobre la guerra sin tregua que se nos hace en el ámbito de la comunicación, a Venezuela, a Cuba, a todos los que nos negamos a obedecer las órdenes de Washington, y sobre el tremendo compromiso que significa impulsar un proyecto fundado por Chávez y Fidel y alentado decisivamente por los Presidentes Maduro y Díaz-Canel.

Miguel Ángel me mostró lo que ha venido haciendo para ampliar la presencia de la Red en todas las plataformas posibles. Concibió un deslumbrante portal, donde está todo, la memoria más remota y lo que está ocurriendo ahora mismo, comunicados, declaraciones, videos, cápsulas audiovisuales de los participantes en el taller “Soberanía, imperialismo y pensamiento crítico”, entrevistas, programas televisivos, libros, revistas, documentales, es decir, Todo con mayúscula. Un espacio de avanzada, desde el punto de vista estético e informativo, para que resplandezcan las “lámparas o antorchas” con que soñaba Chávez, llamativo, atrayente, pero sin concesión alguna a la frivolidad contemporánea.

Comprendí que esa “fuerza crítica, creadora, transformadora” del pensamiento crítico, que la maquinaria del Imperio y sus aliados trata de censurar todos los días y a todas horas, podría encontrar canales inéditos para llegar muy lejos gracias al talento y al empeño de Miguel Ángel.

Después de estos encuentros con tanta gente lúcida y comprometida, en La Iguana TV, en Telesur, en el Instituto Pueblos, en el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos, en el Instituto Simón Bolívar, en la Universidad Internacional de las Comunicaciones, regresé a La Habana convencido de que los enemigos de Venezuela, que son los enemigos de Cuba, los enemigos de la Humanidad, están condenados a la derrota.

Frente a la barbarie, el odio, la mentira, la estúpida soberbia de quienes se creen “superiores” y pretenden dominar el mundo, siempre vencerá el humanismo revolucionario de Fidel y Chávez.

 

La Habana, Casa de las Américas, 20 de septiembre de 2025.

domingo, 7 de septiembre de 2025

 

¿Por qué acusa el historiador Éric Toussaint a China, India y Rusia de ser “socios invisibles” del horror en Palestina?

¿Cómplices del genocidio? El silencio de los BRICS ante la masacre en Gaza estremece al mundo

25 de agosto por CADTM , Canarias Semanal

https://www.cadtm.org/Por-que-acusa-el-historiador-Eric-Toussaint-a-China-India-y-Rusia-de-ser-socios


Fuente: Canarias Semanal

Mientras los cielos de Gaza se tiñen de rojo y los niños palestinos mueren bajo los escombros, las potencias emergentes del planeta —los BRICS— prefieren mirar hacia otro lado. ¿Se han convertido en cómplices silenciosos de uno de los mayores crímenes de nuestra era? ¿Es el comercio más importante que la vida?



En un extenso artículo rubricado por Éric Toussaint en el digital portavoz del «Comité de Defensa para la abolición de las deudas ilegítimas», el historiador y politólogo belga plantea, aportando todo tipo de datos, fuentes y estadísticas, varias interrogantes sumamente incómodas, pero también fundamentales:

¿Por qué los BRICS no han condenado abiertamente lo que muchos califican como un genocidio en Gaza?

¿Por qué una buena parte de los países fundadores de esa organización no solo mantienen relaciones comerciales privilegiadas con el Estado de Israel, sino que además le suministran armamento que luego utilizarán para bombardear Gaza?

A través de un análisis profundo y extraordinariamente documentado, Toussaint nos muestra las flagrantes contradicciones entre el discurso y la práctica de estas potencias capitalistas emergentes. Aunque los BRICS se presentan como una alternativa al poder occidental su respuesta ante la tragedia palestina ha sido tibia, evasiva y, en muchos casos, cómplice.

Para tratar de entender este fenómeno, avisa Éric Toussaint, conviene observar con detalle las posiciones individuales de sus miembros más destacados: China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica.

Cada uno de ellos tiene una relación particular con Israel, y estas relaciones están marcadas por intereses económicos, geopolíticos y militares que explican, aunque no justifican, su pasividad o ambigüedad ante la catástrofe humanitaria que se está produciendo en Palestina.

China: el silencio estratégico del mayor proveedor de Israel

China es, actualmente, el primer socio comercial de Israel. Esta relación ha ido fortaleciéndose año tras año. Según Toussaint, las exportaciones chinas a Israel pasaron de 13.000 millones de dólares en 2022 a cerca de 19.000 millones en 2024, y en 2025 han seguido creciendo.

Es decir, mientras se desarrollaban operaciones militares en Gaza con miles de víctimas civiles, el comercio bilateral no solo no se interrumpía, sino que prosperaba.

«Drones vendidos por empresas chinas están siendo utilizados por el Ejército israelí para cometer crímenes de guerra contra los palestinos»

Pero más preocupante aún es el hecho de que productos tecnológicos de origen chino, como drones fabricados por empresas como «Autel Robotics» y DJI, estén siendo utilizados por el Ejército israelí en acciones que organizaciones internacionales como Euro-Med Monitor han denunciado como crímenes de guerra.

Estos drones, originalmente diseñados para uso civil, han sido modificados para lanzar explosivos sobre áreas densamente pobladas, provocando muertes de civiles, incluidos niños y niñas.

Pese a las reiteradas advertencias de la ONU y las recomendaciones para que las empresas actúen conforme al derecho internacional, las autoridades chinas no han tomado medidas para impedir este tipo de prácticas comerciales. Tampoco han cuestionado públicamente a Israel. En la Cumbre de los BRICS de 2025, China evitó el uso de cualquier término contundente como “genocidio” o “limpieza étnica”.

Rusia: diplomacia ambigua y relaciones opacas

La postura rusa es otro ejemplo de ambigüedad deliberada. Aunque Vladimir Putin mantiene una retórica crítica hacia Occidente y se presenta como defensor de un orden internacional multipolar, no ha condenado el accionar israelí en Gaza. Es más, el vínculo entre Putin y Netanyahu es descrito como cordial e incluso amistoso.

Rusia tampoco ha interrumpido sus relaciones comerciales con Israel. A pesar de la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente, el intercambio comercial entre Rusia e Israel no solo se mantuvo sino que se recuperó tras una leve caída. En 2024, alcanzó los 3.900 millones de dólares. Israel sigue importando cereales, petróleo, gas y carbón de Rusia y exportando productos de alto valor añadido como tecnología médica y química.

"Entre 2023 y 2024 soldados con doble nacionalidad ruso-israelí participaron en operaciones militares en Gaza. Al menos 500 de ellos estuvieron involucrados y nueve murieron

Otro dato inquietante que revela el artículo-informe de Eric Toussaint es que entre 2023 y 2024 soldados con doble nacionalidad ruso-israelí participaron en operaciones militares en Gaza. Al menos 500 de ellos estuvieron involucrados y nueve murieron. Las autoridades rusas no han emitido crítica alguna a esta participación.

Además, Rusia se ha negado a sumarse a la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia y no ha respaldado el grupo de La Haya que promueve sanciones y bloqueos a Israel.

Todo esto indica que, para Moscú, sus intereses geoestratégicos están por encima de una defensa activa de los derechos humanos en Palestina.

India: la alianza armamentística con Israel

El caso de la India, otro de los países fundadores de los BRICS, es particularmente alarmante.

Desde la llegada al poder del ultraderechista Narendra Modi en 2014, el país ha ido estrechando sus lazos con Israel, tanto en el ámbito militar como en el económico. El comercio bilateral ronda los 10.000 millones de dólares y la India se ha convertido en el principal comprador de armas israelíes, representando el 37% de sus exportaciones en ese rubro.

Mientras Gaza era bombardeada, empresas indias continuaban enviando armas a Israel. Entre ellas, se destacan compañías como «Adani-Elbit Advanced Systems» y «Munitions India Ltd». A la vez, India seguía recibiendo misiles, drones y sistemas de defensa israelíes sin interrupción.

En abril de 2025, el gobierno indio incluso se abstuvo en una votación en la ONU que pedía un alto al fuego y un embargo de armas contra Israel.

Narendra Modi también ha modificado el enfoque histórico de la India hacia Palestina. Fue el primer jefe de gobierno indio en visitar Israel sin hacer escala en los territorios palestinos, lo que marcó un giro simbólico importante. Internamente, la derecha hindú ha impulsado una narrativa que deslegitima la solidaridad con el pueblo palestino, reforzando así la orientación proisraelí del Estado.

Sudáfrica: entre la denuncia y la contradicción

Sudáfrica es, dentro del grupo BRICS, el país que ha adoptado la postura más crítica contra Israel. Fue el primero en presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio, una acción que marca un precedente importante a nivel internacional. También ha promovido la creación del “grupo de La Haya”, junto a otros países del Sur global, con el fin de coordinar acciones legales y diplomáticas contra las políticas israelíes.

Sin embargo, esta actitud valiente convive con una contradicción grave: Sudáfrica continúa exportando carbón a Israel. Según algunas fuentes, el 15% del carbón utilizado por el Estado israelí proviene de Sudáfrica. Esta exportación sigue activa a pesar de las denuncias, amparándose en argumentos comerciales y legales poco convincentes, como el respeto a las normas de la OMC.

El profesor Patrick Bond ha sido una de las voces más críticas con esta incoherencia, recordando que muchos países han desobedecido las normas comerciales internacionales cuando se trataba de temas de derechos humanos, sin enfrentar represalias significativas. Como concluye Francesca Albanese, relatora de la ONU, proveer energía a un país que la utiliza en una guerra de ocupación y exterminio puede convertir a los proveedores en cómplices de crímenes internacionales.

Brasil: un cambio tardío y lleno de ambigüedades

La política exterior de Brasil ha vivido vaivenes importantes según el gobierno de turno. Bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, la relación con Israel se volvió particularmente estrecha. Con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva al poder en 2023, se esperaban cambios, sobre todo en lo relativo al respeto a los derechos humanos y la solidaridad con los pueblos oprimidos. Sin embargo, hasta julio de 2025, Brasil no había asumido una posición contundente en defensa del pueblo palestino.

No fue sino hasta la Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, en julio de 2025, que el gobierno brasileño anunció su intención de unirse a una futura demanda internacional contra Israel. Aunque esta decisión es bienvenida, llega tarde y no va acompañada, al menos por ahora, de medidas concretas como la suspensión de acuerdos comerciales o el cese de exportaciones que puedan beneficiar al aparato militar israelí.

«Brasil mantiene vínculos económicos importantes con Israel, tanto en lo comercial como en lo tecnológico y militar. Lula ha mantenido relaciones diplomáticas normales con Tel Aviv y no ha propuesto sanciones ni embargos»

Brasil mantiene vínculos económicos importantes con Israel, tanto en lo comercial como en lo tecnológico y militar. A pesar de su retórica progresista, el gobierno de Lula ha mantenido relaciones diplomáticas normales con Tel Aviv y no ha propuesto sanciones ni embargos, ni dentro del marco del BRICS ni de forma unilateral.

Este comportamiento refleja una realidad incómoda: aunque muchos gobiernos del Sur Global expresan verbalmente su solidaridad con Palestina, en la práctica no adoptan decisiones que realmente alteren el statu quo. La economía, los intereses geopolíticos y las presiones internacionales pesan infinitamente más que los principios.

Los BRICS como grupo: entre el discurso y la acción

Una de las críticas más importantes del artículo de Eric Toussaint es que, como bloque, los BRICS no han actuado de forma unificada ni decidida para denunciar lo que está ocurriendo en Gaza. En la declaración final de su Cumbre de julio de 2025 no se mencionó la palabra «genocidio», ni «limpieza étnica», ni siquiera «masacre». Se limitaron a expresar su «preocupación por el uso excesivo de la fuerza», repitiendo fórmulas diplomáticas sin consecuencias reales.

Esto es especialmente llamativo si consideramos que los BRICS representan cerca de la mitad de la población mundial, el 40% de las reservas de combustibles fósiles y una parte sustancial del PIB global. Si quisieran, podrían ejercer una presión significativa sobre Israel, sobre todo cortando relaciones comerciales o suspendiendo la provisión de insumos energéticos esenciales para mantener la economía y el aparato militar israelí.

«Los BRICS defienden un modelo económico capitalista, productivista y extractivista en el que las relaciones comerciales tienen prioridad sobre la defensa de los derechos humanos»

Pero no lo hacen. Y esa inacción no puede explicarse únicamente por “prudencia diplomática” o respeto al multilateralismo. Como señala Toussaint, estos países defienden, en última instancia, un modelo económico capitalista, productivista y extractivista. Y en ese modelo las relaciones comerciales, la estabilidad de los mercados y el acceso a tecnología y recursos tienen prioridad sobre la defensa de los derechos humanos.

Además, las potencias occidentales —especialmente Estados Unidos— siguen desempeñando un papel central en la política mundial. Muchos países del Sur, incluidos miembros de los BRICS, temen represalias o aislamientos si se alinean abiertamente contra Israel, un aliado estratégico de Washington.

¿Qué alternativas existen?

Frente a esta situación es legítimo preguntarse: ¿qué pueden hacer los pueblos del mundo ante la pasividad de sus gobiernos? El artículo de Eric Toussaint propone algunas pistas. Por un lado, se destacan las movilizaciones ciudadanas, como las ocupaciones de universidades, las manifestaciones callejeras o las campañas de boicot. Estas acciones han logrado, en algunos casos, frenar acuerdos o generar presión política.

Por otro lado, se resalta el papel de las iniciativas jurídicas, como las demandas ante la Corte Internacional de Justicia o la Corte Penal Internacional. Aunque estas vías son lentas y complejas, permiten sentar precedentes legales y documentar crímenes que, de otra manera, quedarían impunes.

Finalmente, es fundamental promover una conciencia crítica que permita entender las causas estructurales del conflicto. La guerra en Palestina no es un fenómeno aislado, sino el resultado de décadas de colonialismo, apartheid, ocupación militar y despojo sistemático. Y mientras el sistema internacional permita que los intereses económicos y militares prevalezcan sobre los derechos humanos, estas tragedias seguirán ocurriendo.

Una oportunidad histórica desperdiciada

La guerra en Gaza es uno de los conflictos más documentados y denunciados del siglo XXI. Cada día, nuevas pruebas salen a la luz mostrando la magnitud del sufrimiento civil, la destrucción de infraestructuras básicas y la violación sistemática del derecho internacional. Frente a esto, la pasividad de los BRICS es inaceptable.

China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica tienen el poder —económico, diplomático y simbólico— para marcar una diferencia. Pero hasta ahora han preferido proteger sus intereses antes que defender la justicia. Sus discursos sobre un “nuevo orden mundial” suenan vacíos si no están acompañados de acciones coherentes.

Más allá de las Cumbres y los comunicados oficiales, lo que está en juego es la vida de millones de personas. Cada dron vendido, cada barril de petróleo exportado, cada carga de carbón enviada, contribuye a sostener una maquinaria de muerte que lleva décadas funcionando. Y eso no puede ni debe ser ignorado.

Mensaje de Toussaint a «aquellos de la izquierda que se hacen ilusiones con los BRICS»

Con el fundamento de todos los datos aportados en su informe, Toussaint concluye afirmando que:

«A aquellos de izquierda que se hacen ilusiones sobre la voluntad de los BRICS de tomar iniciativas claras a favor de los pueblos, la última cumbre y su actitud como bloque con respecto al genocidio en Gaza y a sus relaciones con Israel debería contribuir a abrirles los ojos».

En una continuación de este informe, segun el historiador Eric Toussaint podrá constatarse cómo los dirigentes de los BRICS sostienen el modo de producción capitalista que nos ha conducido al desastre actual. Los BRICS son favorables al mantenimiento de la arquitectura financiera internacional (con el FMI y el Banco Mundial en su centro) y la comercial internacional (OMC, tratados de libre comercio,…) tal como hoy existen.

Fuente: canarias-semanal.org

Puede leer el artículo íntegramente en: ¿Por qué los BRICS no denuncian el actual genocidio en Gaza? Éric Toussaint

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